Esta serie marco un hito, no tan sólo por su gran banda sonora (una joya dentro de las seires de animé japonés) sino que también por su meticulosa y perfeccionista estética de animación y de montaje....aunque, de verdad, el OST es mucho mejor que la serie misma.
Los personajes son complejos y presentan mucha armonía con la historia que, mientras nos adentramos viendo capítulos, descubrimos detalles de su vida pasada y porque terminaron siendo "cazarrecompensas". Sí, así es, cazarrecompenzas del espacio, vaqueros que cambiaron los caballos por naves como la Bebop para buscar aventuras.
Todo transcurre en el planeta Marte, de la Tierra sólo quedan ruinas por un cataclismo lunar que sutilmente se ve en la serie. El mundo se ha mudado a Marte y ha unido culturas de tal manera que cada ciudad es una mini-Tierra que vive (igual que esta) llena de problemas.
En sí, las historias de la serie son autoconclusivas. Se aprecian mucho las series así que entregan mucho en tan poco tiempo y que puedan mantenerte en suspenso hasta la música de los créditos. Dirigida por Sinichiro Watanabe (te suena, el mismo que Samurai Champloo), esta serie presenta tantas ondas en sus capítulos que piensas que estás viendo otra cosa de repente, aún así no sales de la historia.
De 26 capítulos y una película, esta serie tuvo su mejor acogida en EE.UU., en donde se propagó por el mundo con excelentes críticas del New York Times y The Rolling Stone.
La música es del tipo Jazz Bebop, propio de los años 40, y compuesta por Yoko Kanno e interpretada por el grupo The Seatbelts. También presenta temas Tecno, Heavy Metal, Rock, Clásicos, Rap y Funk. Es un OST variado, muy completo y exquisito, cuyos 8 discos (14 en total, puesto que existe un disco compilatorio de 4 cedes) no podrán sólo escucharse una vez.
Todo sumanente cuidado en la serie: fotografía de alta calidad, escelente dibujo y diseño de personajes, buena agilidad de animación y soberbia acción y excelente puesta de temas filosóficos, hacen de esto un culto animado. Da pena que aún en Chile no se exhiba y que sólo reine en bocas de Otakus. Esto es más que una serie para ellos, es para todos. Mezcla Midnight Cowboys, Dirty Harry, Bonnie and Clyde, The God, the bad and the ugly y tendrás algo parecido (no tanto mejor o igual que esas geniales películas, pero se acerca el concepto).
Una serie que no sólo hay que verla, hay que gozarla.
Los personajes son complejos y presentan mucha armonía con la historia que, mientras nos adentramos viendo capítulos, descubrimos detalles de su vida pasada y porque terminaron siendo "cazarrecompensas". Sí, así es, cazarrecompenzas del espacio, vaqueros que cambiaron los caballos por naves como la Bebop para buscar aventuras.
Todo transcurre en el planeta Marte, de la Tierra sólo quedan ruinas por un cataclismo lunar que sutilmente se ve en la serie. El mundo se ha mudado a Marte y ha unido culturas de tal manera que cada ciudad es una mini-Tierra que vive (igual que esta) llena de problemas.
En sí, las historias de la serie son autoconclusivas. Se aprecian mucho las series así que entregan mucho en tan poco tiempo y que puedan mantenerte en suspenso hasta la música de los créditos. Dirigida por Sinichiro Watanabe (te suena, el mismo que Samurai Champloo), esta serie presenta tantas ondas en sus capítulos que piensas que estás viendo otra cosa de repente, aún así no sales de la historia.
De 26 capítulos y una película, esta serie tuvo su mejor acogida en EE.UU., en donde se propagó por el mundo con excelentes críticas del New York Times y The Rolling Stone.
La música es del tipo Jazz Bebop, propio de los años 40, y compuesta por Yoko Kanno e interpretada por el grupo The Seatbelts. También presenta temas Tecno, Heavy Metal, Rock, Clásicos, Rap y Funk. Es un OST variado, muy completo y exquisito, cuyos 8 discos (14 en total, puesto que existe un disco compilatorio de 4 cedes) no podrán sólo escucharse una vez.
Todo sumanente cuidado en la serie: fotografía de alta calidad, escelente dibujo y diseño de personajes, buena agilidad de animación y soberbia acción y excelente puesta de temas filosóficos, hacen de esto un culto animado. Da pena que aún en Chile no se exhiba y que sólo reine en bocas de Otakus. Esto es más que una serie para ellos, es para todos. Mezcla Midnight Cowboys, Dirty Harry, Bonnie and Clyde, The God, the bad and the ugly y tendrás algo parecido (no tanto mejor o igual que esas geniales películas, pero se acerca el concepto).
Una serie que no sólo hay que verla, hay que gozarla.
1 comentario:
Bueno, yo no soy una fanática de las series japonésas ni de ningún mono en general; pero ésta la vi con Esteban en su casa, y les sugiero por lo menos ampliar su mente, liberarse de prejuicios y arrojarse a esta serie, que más de alguna impresión y comentario les va a dejar. Además si kieren conocer a Te-Xuan-Ze, deben empezar viendo este "Cowboy Bebop... Aiiiozzz
Publicar un comentario