La siguiente historia, comprendida en indefinidas partes, se basan en mis historias personales y las anécdotas de mis amigos The Puzzler y K. Cualquier parentezco con la realidad es cosa mía, nada más. La historia es más ficción que realidad, eso sí; ya que uno siempre quiere que las cosas funcionen en el arte porque es difícil en la vida. Trataré de hacer esta historia lo más realista posible, osea no esperen un final feliz.
Para que el efecto dramático sea mejor, escuchen este tema mientras leen la primera parte de la historia. La historia posee el mismo nombre del tema de Soda Stereo (y del título del post), así que, aquí va...
Llovía como nunca antes lo había hecho. Yo acababa de terminar las clases del día y la prueba más compleja que nunca antes he tenido. Mi cabeza era una bomba de tiempo. En cualquier momento mis sesos volarían y ensuciarían todo el patio del colegio. Dirían "Autosuicidio no planificado", aunque sonara raro.
Mi paraguas comenzó a fallar. ¿Porqué mi sala de clases está tan lejos de la puerta principal y a través de un largo patio de asfalto? Lleno de pozas, mas encima. El viento me hizo una broma y dio vuelta mi paraguas. Me mojé de pies a cabeza tratando de arreglarlo pero era tarde pues ya del paraguas sólo quedaba su esqueleto.
Cerca del patio estaba la sala de computadores, la más cercana salvación así que entré. Mojado hasta los huesos, caminé por un pasillo lleno de espaldas y ojos fijos en la pantalla. El profesor encargado de la sala me prestó una toalla y me dio un sermón - suavemente autoritario - de porque nunca debo salir a la calle con lluvia. En cuanto le mostré el esqueleto de mi paraguas, comprendió.
-Mala suerte, chico - dijo.
-Sí, salió yeta mi paraguas - contesté riendo.
Él sonrió. A pesar de ser un hombre de temperamento duro, a veces es posible sacarle una sonrisa (pero sólo con el dolor ajeno).
Me facilitó un computador. Los tubos del tarro hicieron tanto ruido que pensé que explotaría, pero sólo cargó el sistema operativo. Era “Windows” (en realidad, ninguna diferencia).
Internet por esos días era un espacio que sólo algunos podían tener. Era todo un mundo. Pero a diferencia de lo que sigue, era un mundo que podías conocer y predecir.
- Hola -. Cálido saludo de una tierna voz.
Me voltee tan rápido que sin querer le salpiqué agua. Mi primera estupidez y ni siquiera había hablado.
- ¡Chuta! – exclamé mientras se restregaba los ojos -. Disculpa pero…
- No, no, descuida – me interrumpió sonriendo -. ¡Vaya que estás mojado!
- Sí, es que está lloviendo muy fuerte allí afuera.
- ¿En serio? ¡Cielos, y justo hoy que no traje paraguas! – frunció el seño elevando la mirada -. En la mañana dijeron que llovería en la noche, pero como siempre nunca le atinan. Se adelantó la lluvia y me jodió. ¡Oh, bueno! Tendré que esperar a que pase la lluvia.
Si bien recuerdo, la lluvia comenzó a las dos de la tarde y ya eran las cinco y media.
- ¿Desde qué hora estás aquí? – pregunté para seguir la conversación.
- Desde la mañana.
- ¿Cómo? – musité -. ¿Faltaste a clases?
- Sip – contestó como si nada -. Para qué voy a entrar a lenguaje si no me gusta. Además hoy debía de entregar un trabajo y se me quedó en la casa. – Se volteó - ¡Al fin! Ya era hora que comenzará la descarga. Pucha que me costó encontrar este tema pero al fin lo tengo. Lástima que no pueda grabarlo en el disckett.
- ¿Qué tema es?
- Zona De Promesas de Soda Stereo. ¿Quieres oírlo?
- Ya.
Subió al máximo los parlantes y dio inicio al tema. El profesor de la sala ni se inmutó. Se notaba que ella era parte de la sala de computadores.
Ese tema, tan sólo ese tema, marcó un inicio. Muchas vueltas, muchas amistades y muchas sonrisas.
Ese año estaba en primero medio.
En verdad, la enseñanza media es la etapa más dura de la adolescencia.
Mi paraguas comenzó a fallar. ¿Porqué mi sala de clases está tan lejos de la puerta principal y a través de un largo patio de asfalto? Lleno de pozas, mas encima. El viento me hizo una broma y dio vuelta mi paraguas. Me mojé de pies a cabeza tratando de arreglarlo pero era tarde pues ya del paraguas sólo quedaba su esqueleto.
Cerca del patio estaba la sala de computadores, la más cercana salvación así que entré. Mojado hasta los huesos, caminé por un pasillo lleno de espaldas y ojos fijos en la pantalla. El profesor encargado de la sala me prestó una toalla y me dio un sermón - suavemente autoritario - de porque nunca debo salir a la calle con lluvia. En cuanto le mostré el esqueleto de mi paraguas, comprendió.
-Mala suerte, chico - dijo.
-Sí, salió yeta mi paraguas - contesté riendo.
Él sonrió. A pesar de ser un hombre de temperamento duro, a veces es posible sacarle una sonrisa (pero sólo con el dolor ajeno).
Me facilitó un computador. Los tubos del tarro hicieron tanto ruido que pensé que explotaría, pero sólo cargó el sistema operativo. Era “Windows” (en realidad, ninguna diferencia).
Internet por esos días era un espacio que sólo algunos podían tener. Era todo un mundo. Pero a diferencia de lo que sigue, era un mundo que podías conocer y predecir.
- Hola -. Cálido saludo de una tierna voz.
Me voltee tan rápido que sin querer le salpiqué agua. Mi primera estupidez y ni siquiera había hablado.
- ¡Chuta! – exclamé mientras se restregaba los ojos -. Disculpa pero…
- No, no, descuida – me interrumpió sonriendo -. ¡Vaya que estás mojado!
- Sí, es que está lloviendo muy fuerte allí afuera.
- ¿En serio? ¡Cielos, y justo hoy que no traje paraguas! – frunció el seño elevando la mirada -. En la mañana dijeron que llovería en la noche, pero como siempre nunca le atinan. Se adelantó la lluvia y me jodió. ¡Oh, bueno! Tendré que esperar a que pase la lluvia.
Si bien recuerdo, la lluvia comenzó a las dos de la tarde y ya eran las cinco y media.
- ¿Desde qué hora estás aquí? – pregunté para seguir la conversación.
- Desde la mañana.
- ¿Cómo? – musité -. ¿Faltaste a clases?
- Sip – contestó como si nada -. Para qué voy a entrar a lenguaje si no me gusta. Además hoy debía de entregar un trabajo y se me quedó en la casa. – Se volteó - ¡Al fin! Ya era hora que comenzará la descarga. Pucha que me costó encontrar este tema pero al fin lo tengo. Lástima que no pueda grabarlo en el disckett.
- ¿Qué tema es?
- Zona De Promesas de Soda Stereo. ¿Quieres oírlo?
- Ya.
Subió al máximo los parlantes y dio inicio al tema. El profesor de la sala ni se inmutó. Se notaba que ella era parte de la sala de computadores.
Ese tema, tan sólo ese tema, marcó un inicio. Muchas vueltas, muchas amistades y muchas sonrisas.
Ese año estaba en primero medio.
En verdad, la enseñanza media es la etapa más dura de la adolescencia.
2 comentarios:
hola... que buen post!
te felicito... tiene magia...
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